Profesor: Luis Guerra Salas
1º ESO - Aula: E1A
Microrrelato:
-Querido yo, tal vez sea irónico que una persona ya madura le escriba una carta a su yo del pasado, pero me veo en un momento crítico. Tía Polly y yo no teníamos muy buena relación, poco después de cumplir los 15 busqué un trabajo y me fui de casa para vivir en un pueblo cercano. No duró mucho ya que volví con Tía Polly porque me “echaba de menos” y le costaba cuidar de mi hermano, evidentemente ya tenía sus años. No sabes lo duro que fue entrar en casa y encontrar a Sid lleno de heridas y moratones. Parece ser que los chicos del barrio le molestaban constantemente y él no me lo quiso decir. No solo los chicos, también Tía Polly con sus “anticuados” métodos de enseñanza, parece ser que no había cambiado mucho desde que yo me fui. ¿Cómo describo de qué forma me sentí? Tal vez triste, aunque no sería la más indicada. Le hubiese aconsejado, pero no me salían las palabras. Si tan solo supiese como se sentiría Sid en el futuro, hubiera zurrado a esos niños en cuanto los viera. ¿Sabes?, ahora me arrepiento de no haberlo hecho, igual me arrepiento de no haberle dicho adiós a Tía Polly, en algún momento la veré, pero me quedan muchos años por delante. Abraza a Tía Polly cada vez que se enfade, protege a Sid de esos malcriados, pasad momentos juntos, disfruta de tu familia, no sabes cuándo te vas a arrepentir.
Después de leer la carta todo el camino, me detuve en aquella casa en la que empezó mi historia. Cuando abrieron la puerta y encontré a un pequeño niño siendo regañado por su tía, me hizo caer en llanto, sabía que era yo.
Obra de referencia:
Inspirado en: Las aventuras de Tom Sawyer