Profesor: Carlos García Menchero
1º ESO - Aula: E1ºB
Microrrelato:
Tenía que hacerlo, necesitaba hacerlo. Necesitaba que por fin supieran cómo morí. Estaba decidida. Comencé a andar por el largo pasillo de la segunda planta de Villa Candelaria. Al llegar a la puerta me detuve. No estaba segura de si entrar o no. De pronto escuché unos pasos aproximándose hacía mí y casi no me dio tiempo a reaccionar. Salí corriendo hacia las escaleras que conducían al desván y vi cómo Javier salía de su habitación y miraba hacía donde yo había escapado. En ese momento me pregunté si me había visto o no, lo cual era poco probable ya que yo era un fantasma, pero la cara de Javier no decía lo mismo. También me planteé cómo era la vida para mi familia desde que yo, Beatriz Obregón, había escapado, y no se había vuelto a saber de mí. Necesitaba que supieran todo, todo sobre mi vida, pero yo era un fantasma y por más que quisiera, no podía comunicarme con ellos. Ahí es cuando se me ocurrió ir dejando “pistas” para que lo fueran descubriendo poco a poco. Tenían que saber toda la verdad.
Obra de referencia:
"LAS LÁGRIMAS DE SHIVA", CÉSAR MALLORQUÍ.
