Profesor: María Hernando Manrique
4º ESO - Aula: 4º ESO E
Microrrelato:
Abrí los ojos. A mis pies se encontraban dos pequeños humanos. Uno de ellos era espigado y estaba enfundado en una reluciente armadura. Me miraba asombrado mientras le decía algo a su compañero, que era más bien bajito y regordete. Agucé el oído.
-... porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes…-.
No podía creerlo, aquel pequeño personajillo nos había reconocido, había percibido nuestras almas atrapadas dentro de aquellos molinos. Miré a su compañero de viaje, al supuesto Sancho, tal vez él también podía vernos…
-¿Qué gigantes?-.
Definitivamente, solo nos veía el larguirucho. Aún recuerdo aquel día en el que un mago, llamado Frestón, nos hechizó. Estábamos jugando en los campos de cultivo, cada uno de nuestros pasos dejaba una inmensa huella. De repente, el cielo se ensombreció y vimos una figura frágil y encapuchada. Me fijé en que se desplazaba sorprendente rápido mientras movía las manos de forma extraña. Grité, de puro terror, cuando descubrí que mis brazos se estaban transformando en aspas y mis pies se anclaban al suelo irremediablemente.
Obra de referencia:
La obra de referencia es El Quijote. Cervantes nos sumerge en las aventuras caballerescas de Alonso Quijano y su fiel escudero Sancho Panza.